miércoles, 2 de septiembre de 2009

Apareció Rebeca...

Así es, apareció por casualidad. Yo era profesor de Balonmano de su hija de 14 años. Era bastante más madura que yo y eso llamó mi atención. He de reconocer que ya me había fijado en ella. Era alta, un cuerpazo, elegante y discreta. Cada vez que cruzaba palabra conmigo para hablar algo de su hija, era increiblemente dulce con sus palabras. Cuando empezamos a hablar de asuntos externos a la actividad deportiva de la niña fue durante unas navidades. Por aquel entonces trabajaba como barman en un local nocturno de mi ciudad y a través de unos sms la invité a brindar por la Navidad juntos. Evidentemente no fui tan lanzado, aproveché una breve charla durante una merienda del equipo de Judo, unas bromas y unas risas intercambiadas para enviar mi primer sms de felicitación navideña, al fin y al cabo no nos veríamos más hasta pasado el año nuevo.
"Que disfrutes de estas fechas y las celebres como es debido. Si te apetece brindar, quedas invitada a tomar algo en el Pub donde trabajo...Un abrazo"
Algo directo, pero educado y con la delicadeza del abrazo.. Estas cosas me encantan...
Su respuesta no se hizo esperar. Aproximadamente una hora despues recibí su respuesta...
"Igualmente. Esta noche saldré, así que si consigo mover a la gente hasta allí, calmaré el dolor de mis tatuajes y piercings con esa copa"
Estuvimos toda la tarde bromeando acerca de los tatoos y piercings, sus significados y lugares de exhibición. Ella al marchar, bromeó diciendo que se iba corriendo a hacerse unos cuantos de cada cosa.
Seguimos intercambiando mensajes durante casi dos horas, en el mismo tono de comedia picantona. He de reconocer que hubo feeling y esa misma noche, mientras yo daba mi paseo de rigor por los demás locales mientras hacía un descanso, ella fue a visitarme. Al no estar y preguntar por mí, le dijeron que tardaría asi que marchó a otro sitio a pasar la noche. Por la mañana abrí los ojos con un sms que me había enviado a las 6.30 de la mañana: "Pasé por tu local, pero me dijeron que tardarías en volver. Me quedé con las ganas de brindar esa copita contigo"
"No te preocupes, desde el momento que desees puedes decirlo y brindaremos, será un inmenso placer..."
Las fechas navideñas fueron transcurriendo según lo previsto, con algunos sms algún día que otro y con la intensidad del coqueteo subiendo mensaje tras mensaje. Yo intuía lo que podría pasar, y era evidente que no sería justo con Eloísa si siguiera permitiendolo, asi que sobre el 11 de Enero le pedí un tiempo para recapacitar. A los pocos días, tras un entrenamiento, Rebeca se acercó a mi para saludarnos tras las "vacaciones", y tomó la iniciativa para irnos a comer un día. Nos diferenciaban 14 años pero cuando hablábamos eramos dos críos de 15 años coqueteando y mirándonos con dulzura. Comimos juntos un viernes, y el sábado tras un día y medio de mensajes continuos decidimos que yo me escaquearía de mi trabajo esa noche, para pasarla juntos tomando algo y charlando en su casa... Tras dos copas cada uno y un flirteo constante, ella volvió a tomar la iniciativa y me besó. Fue un beso tímido, practicamente un pico con deseo. A ese beso le siguieron unos cuantos mas a modo de descubrimiento... algunos para captar la intensidad con la que besa el otro... Unos cuantos más para explorar las sensaciones dormidas de experiencias anteriores.. A los besos le siguieron unas caricias torpes, un te lo quito yo pero ayúdame que no puedo... A partir de ahí podeis dejar volar la imaginación...Torpe dulzura la que nos llevó en una noche en la que cumplía un deseo utópico hasta el momento...
Despues de ese día vinieron muchos más de fascinación el uno por el otro. De conversaciones telefónicas interminables y encuentros matutinos fugaces... Simpáticos mensajes desde el banquillo a la grada... Fueron momentos verdaderamente bonitos y llenos de emoción cada uno de ellos. Lamentablemente, estas cosas no duran eternamente. Poquito a poco esa chispa con la que prendió nuestra pasión dejó de encender en ocasiones, y tras dos meses de momentos preciosos, ella tomó la alternativa racional y coherente. Alejarnos, pues llevábamos vidas muy diferentes. Yo sólo tenía 25 años, estaba viviendo mi primera juventud, y no me veía de la mano de ella yendo a recoger las notas de su hija...Además, ella está claro que necesitaba esos momentos para reafirmarse como mujer, pero no le pegaba un tipo como yo, juerguista, inestable, inmaduro y profundamente enamorado de su profesión y vida propia.
Aún sigo viéndola, muy a menudo porque sigo trabajando en el mismo lugar donde su hija practica su deporte. Sigue guapísima, sigue siendo encantadora, además ha encontrado un hombre adecuado para ella. Es un tipo genial, que estoy convencido que la cuida y la trata como una reina... Lo merece!!!
Despues de Rebeca hubo muchos líos entre fin de semana y fin de semana. Trabajar en la barra de un Pub y ser un tipo con labia abre muchas puertas, y sin duda, tambien muchas piernas. Sin duda alguna reconozco que soy un mujeriego. Me encanta, pero eso trae sus consecuencias... Este que os escribe, puede contar romances con "La Dulce Loca", "La Enfermera Yonki", "La Cajera Cañera", "La Enfermera Madurita", "Un monstruo llamado Orco", "La amiga de mi Amigo"...
Intentaré definir poco a poco a cada uno de los especímenes que llegaron a mi vida... Pero antes he de hablaros de Isabel, mi amor platónico imposible...

Hasta el próximo capítulo!!!

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